lunes, 20 de octubre de 2008

Suena el teléfono mientras yo deseaba que ese sonido se apagara.
Primer sonido, decidí a no cogerlo.
Segundo sonido, daba vueltas y vueltas en la cama.
Tercer sonido, esperaba junto a unas palabras mal sonantes a que colgaran.
Cuarto, quinto pitido...pero saltó el contestador.

- Ha llamado al teléfono 976432940, si desea dejarle un mensaje, hágalo después de la señal. Piii.

- Eh...Hola, no hace falta que diga quién soy porque ya lo sabes. Te llamaba porque tu móvil está apagado y te he llamado mil veces. Si por alguna casualidad estas al otro lado cógeme el teléfono, hazlo aunque sea por un minuto, esperaré unos segundos por si me lo coges...- mientras pasaban aquellos minutos interminables para mí, sentía como pinchaba aquella voz en el fondo de mi alma...- En fin, pues nada, solo era para saber cómo estabas, hace meses que no sabemos de ti y me estás preocupando mucho, por no decir demasiado.
Solo quiero decirte que si me necesitas aquí estoy, ahora mismo al otro lado de este teléfono y sino a diez minutos de tu casa…
Quiero volverte a ver, y sentir tus cálidas sonrisas, hazme un favor y si tienes tiempo llámame, pero que sepas que no me rendiré tan fácilmente, pero eso ya lo tenías que haber sabido desde que desapareciste…
Bueno, tengo que irme, cuídate ¿eh?
Te quiero.

Te quiero… así se despidió, no sé porqué me dio un escalofrío, pero no me extrañé debido a que esa palabra siempre me trae malos recuerdos.
¿Y ahora qué? Tan solo soy la desaparecida, cuando vea que sigo viva, aunque esté postrada en la cama, aunque no coma desde hace… ¿meses como dijo ella?
En fin, sé que dentro de poco tendré otra llamada de ella, pero tampoco se la cogeré, aunque insista…yo solo seré un recuerdo más para ella, y seré el recuerdo de la “desaparecida”…