Saber.

Intento interesarme.
Me siento pesada.
Saber de ti, querer saber de ti.
Pero cada vez que lo intento quizá me hundo,
me hundo en algún lugar que aún no sabría como describirlo.
Soy yo, eso creo.
¿Una pesada?
Puede ser...
pero qué pasa si te preocupas por una persona...
¿es ser pesada?
¿No? ¿Sí?
Saber, saber que nunca sabrás nada.
Y me jode.
Aunque debería de ya saberlo.
Me importa, ¿le importo?
Supongo que sí, sino voy (vamos) por mal camino.
Saber.
Sé, o eso creo.
Aunque supongo que lo justo.
Como siempre sé lo que yo sé,
y sé que eso será poco.
Supongo que eso será gran parte de mi idioted.
Saber que no sé, pero no sé si algo puedo saber.
¡Qué gran estupided!
(o quizá yo sea la estúpida)

Porque a veces sientes que se te cae el mundo a tus pies y no puedes hacer nada.
Porque a veces sientes que quieres conocer mundo pero no hay manera posible de hacerlo porque solo hay cadenas que te atan a un lugar donde a veces no quieres estar.

- Hermanita, ¿vamos al agua?
- Me parece bien, pero... ¿podrás con las olas?
- Claro, hermanita, soy el dios pez que puede con todas esas olas.
- Eres muy gracioso, renacuajo. Anda vamos.
- ¿Coges el barquito?
- ¿Ya está hinchado?
- ¡Sip, super pulmones lo ha hecho!
- Ah, no lo había visto... ¡Bien, bien! Será divertido.
- Venga montate.
- Sí, sí.
- ¿Sabes una canción de un barquito?
- mmmm....creo que no...
- Pues mira es esta: "Un barquito de cascara de nuez, adornado con velas de papel, se hizo hoy a la mar para lejos llevar gotitas doradas de miel.
Un mosquito sin miedo va en él muy seguro de ser buen timonel.
Y subiendo y bajando las olas el barquito ya se fue.
Navegar sin temor en el mar es lo mejor..."....