lunes, 21 de febrero de 2011

Proponerse llegar a un mundo paralelo donde la felicidad no se rija mediante sinusoides como alguien me dijo una vez.
Qué tal sería fumarse el tiempo para disfrutar de la vida sin tener la necesidad de mirar el reloj. Qué tal sería crear una burbuja donde nadie pudiera penetrar, aunque supongo que al ser una burbuja sería fácil de explotar…¿no?

Y suena la música, vibran las paredes, el suelo, techo. Vibra mi cuerpo y siente desobedecer las órdenes de mi cerebro, pero ¿acaso di en algún momento alguna orden de no bailar?. Suena la música y no hay lugar donde no se ilumine por ella.

Todo viene y va, conseguir no mirar atrás y luego preguntarse a uno mismo qué hace ahí, por qué has escogido ese camino y no otro; y ni siquiera puedes responderte con una respuesta coherente. Me dijeron que había que ser fuerte para luchar, pero no soy fuerte ni tengo ganas de luchar.

La noche ha dejado de brillar, no hay estrellas ni luna que pinten el oscuro cielo. Silencio, estar en silencio e intentar dormir, pero el silencio se rompe con el sonido del aire chocándose contra las persianas.