"...pero creeme que me gustaria poder hacerte sonrerir..."
Y a mi me gustaría sonreir sin miedo a nada, con la cabeza bien alta. Sonreir a pesar de todo, siendo yo misma.

Hay que luchar.

Su vida se basa en una noria, sube y baja.
Ya no sabe como manejar, nadie le espera ni le esperará. Siempre será alguien y nada para el mundo.
Las sonrisas se mezclan entre lágrimas, y ya no puede más.
Pero hay que luchar aunque no haya nada por lo que luchar.

Puede que lo único que haga es luchar conmigo misma.
Puede que deba de disfrutar más de mi vida.
Tan solo debo de aprender a mirar hacia delante mientras sigo caminando.

He querido machacar al tiempo pero al final siempre soy yo la que acaba debajo de las sábanas llorando en silencio.

Darte cuenta de que ya no sabes como funciona el tiempo, pero sabes que ayuda a curar las heridas, ha curar lo incurable.

Tantas veces te has sentido perdido que ya perdiste el norte, pero sigues caminando intentando no mirar el pasado, ni el futuro, intentando mirar tus pies para no volver a caer porque te da igual por donde ir, dicen que todos los caminos llegan a roma, aunque realmente no sepas a donde quieras llegar.

Piensas que la gente juega contigo, deben de pensar que eres una muñeca de trapo que no siente, pero sientes y te rompen por dentro, porque por fuera solo pueden llegar a ver lágrimas cristalinas.

El tiempo pasa, y a veces que el tiempo pase es nuestro único sufrimiento.

He creado un caparazón que me cuesta abrirlo, y temo perder lo que mas quiero por ello.