martes, 24 de marzo de 2015

A veces temo que lean todos sentimientos a través de mis ojos. El hablar nunca ha sido lo mío, siempre he pensado que es mejor callar y escuchar y hablar lo justo y necesario aunque eso juega malas pasadas.

A veces temo desfallecer en cualquier momento, porque a pesar de esta fachada chica dura tengo un corazón de cristal que con facilidad de puede romper y por eso siempre lo protejo para no salir más lastimada de lo que podría salir.

A veces temo quedarme sola, ante un millón de personas y que pasen por tu lado y que tu seas nada.

A veces temo, temo demasiadas cosas, pero solo queda caer y volverse a levantar.