Hoy diario que decirte, son las nueve y media de la noche y aún no he cenado y quizá quede aún noche para que se acabe el día...pero no podía aguantar el desahogarme en tus pequeñas y delicadas hojas...
Sabes, no quiero que todo vuelva a cambiar, pero todo empieza y no parará hasta el final...
Ya no sé quien soy, aunque tú has podido observar mi cambio de pensar y todas esas cosas que uno pasa en su juventud, pero no sé, me asusta, me asusta demasiado o eso creo porque luego poco a poco nadie sabrá quién soy yo, entonces desaparecerían muchas cosas de mi vida y no quiero, no quiero...
Mueves un hilo finito y suave, que crees que no pasará nada malo pero luego hay consecuencias, consecuencias que no observas por adelantado y está mal por su parte pero lo deberías de haber hecho.
Porque temo, querido diario, no encontrar más de su voz ni sus sonrisas tranquilizadoras, porque nunca me atrevería a decirle adios porque entonces no habría por qué seguir adelante...
No sé, diario, si todo está correcto o no, pero mañana amanecerá y quién sabe qué se encontrará tras de este.
1 comentario:
Gracias! ^^
Me pongo a ello siempre que puedo, poco a poco.
Un besazo, guaposa!!! ;)
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