Todo pesa
y nada cesa.
Tu mirada es esa,
que intenta huir.
¿Será tanto pedir
el poder sonreír?
El mundo es oscuro
y se forma un muro
¿pero es seguro?
Sabes que no,
y de ti todo queda ajeno.
Pierdes la armadura
y se rompe tu cordura.
Ya no eres tú,
tan solo un alma vagante.
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