Un trueno sonó,
y mi pelo se erizó.
Lágrimas en la tormenta,
lágrimas en mi corazón.
Viento de la sin razón
con llorosas ojas de cristal
que brillan a la luz del sol.
Olor, ¿qué olor?
aquel que llega a tu nariz.
¡Marchad, id!
¡Llega a un nuevo lugar!
Pero siempre, siempre,
acuerdate de este mundo,
un mundo en soledad...
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