domingo, 10 de abril de 2011

Jugar

- ¿Jugamos?
- ¿A qué quieres que juguemos?
- Al pilla pilla.
- ¿Seguro que quiere jugar a ese juego? ¿Por qué no creamos nuestro propio juego?
- Nuestro propio juego...
- Sí, un juego en el que solo nosotros nos divirtamos y solo podran jugar aquellas personas que realmente queramos invitarlas.
- ¡Vale! Pues cuando lo tenga hecho te aviso.
- Muy bien hermanito, corre, te esperaré con impaciencia.

Y él se marcho hacia su habitación impaciente de que aquel juego fuera el mejor del mundo entero. Pero quizá, lo que mas me divertía de jugar con él, era que siempre tenía una sonrisa que alegraba corazones.

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