Piensas que no sabes que hacer.
Te pierdes en tus intentos de superarte por ello te quedas atrás.
El humo de unas cachibas sabor a manzana se va empezando a subir a la cabeza y nada lo ves con claridad.
Ahora recuerdo su sonrisa, una sonrisa malévola que te dice que nada bueno va a pasar.
Y se han quedado sus malditos besos en mis labios y no sé si odiarlos o guardarmelos para mi.
Ahora mismo ya no sé que es lo que siento ni lo que dejo de sentir, pero quién sabe ¿no?
Por ahora, me quedaré a eschuchar el murmullo del aire y de los pájaros volar mientras pienso qué números y letras son los pasan por mis ojos.
1 comentario:
Ya se verá... Que la cosa fluya, ya sabes :) Es incluso odiosa esa sensación de extrañeza, pero a veces trae sensaciones mucho mejores.
Un beso, pe.
Publicar un comentario