He aprendido a mirar a los ojos a las personas, estudiarlas centrandome en sus manías y su aspecto sacando conclusiones que a veces asustan. A veces acierto y otras no.
He aprendido cual es la mirada de perdición, esa que tus ojos miran algo cercano pero en realidad estan mirando a lo mas lejano posible. He visto miradas de amor, miradas de amores no correspondidos. Miradas que buscan encontrarse con otras miradas. Miradas con sabor a sal de la tristeza y, al contrario miradas llenas de ilusión.
Porque los ojos son la puerta a tu alma y con una mirada lo dice todo.