domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Historia de Terror?

¿Esto es una historia de terror?
Decidme que os parece...


Vosotros, los que leéis, aún estáis entre los vivos; pero yo, la que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras...
Os escribo desde el rincón más oscuro, desde mi habitación llena de bichos y telarañas, donde una vez me sepultaron.
Os preguntaréis mi edad, creo que tengo 19 años pero han pasado tantos años que no recuerdo con precisión.
Mi historia era de cuando yo tenía 11 años, la inocencia la estaba perdiendo y con ella los seres que habitaban por mi mente de niña...
Estábamos toda la familia reunida para celebrar el cumpleaños de mi prima mayor, Lucía. Después de haber merendado nos fuimos Idoya, Héctor y yo a pintar en la habitación de Lara, otra hermana de ella.
Lucía y sus dos hermanas, cuando éramos más pequeños, nos contaron que en la habitación de Lucía había un monstruo debajo de su cama.
Después que pasaran los años hasta llegar a aquella edad, me había creido esa historia pero cuando llegué a los once años ya no me la creía, "¿cómo se puede creer uno esa historia siendo que la persona que duerme en ese cuarto no puede estar muerta?". Esa pregunta me venía siempre a la cabeza a parte ya no creía en gnomos que viven en setas, nie n fantasmas en una casa encantada...
Mis primas me dejaron jugar con su ordenador.

- ¿Venís a jugar?- dije.
- No - dijo Héctor.
- Nosotros ahí no entramos...
-Pues nada, yo sí.

De Héctor, mi otro primo, me lo esperaba pero de Idoya no, ella era un año más mayor que yo, pero no le dí mucha importancia. Me senté y me puse a jugar tranquilamente.
Al rato, me pareció como la habitación se oscurecía más y más solo quedaba iluminada por la pantalla del ordenador. No le dí importancia y seguí jugando.
Después dejé de oír el gallinero que había montado en el salón y ahí me empecé a extrañar. Me acordé de lo que me dijo mi prima: "Si te pasa algo raro, sal de la habitación o llamanos", pero pensé que no era nada malo.
Empecé a no oír nada ni a mis primos que discutían en la habitación de al lado. Comencé a tener frío no sabía como pudo cambiar tanto la temperatura...
No te una punzada en el corazón haciendo así que se parara y no llevara sangre al resto de mi cuerpo.

- Morir es tu juicio final, pero resucitarás para que te teman igual que temiste una vez- me dijo el monstruo.

Ví a ese monstruo, era pura belleza pero de voz tenebrosa. Así me enterraron y ahora voy durante algunas horas en una cama a otra para jugar con aquella persona que duerme ahí, pero no hay nadie...todos me temen.
Mi corazón quiere volver a palpitar para poder volver a vivir pero los gusanos que habitan dentro de él no se lo permiten. Así seguiré con mi soledad dentro de esta región de sombras...

1 comentario:

Manuel Arenas dijo...

La historia me recuerda mucho a cuando yo era pequeño y mis primos mayores asustaban a los pequeños con historias, leyendas...
La que ma´s me asustó fue la que me contaron sobre la escuela a donde iba. Se supone que ahí, en esa escuela de más de un siglo, había muerto un niño marginal y solitario que ya muerto se paseaba por las clases. Cuando pregunté a los profes me dijeron que ahí no había muerto nadie, pero aun así me asusté un montón.

Gracias por las correciones
(!MENTIRA¡)


Gracias por pasarte. Espero que actualices a menudo.